En tus labios
encontré un paraíso
donde soy sumiso
como los sabios.
No importa
que los meses mueran
ya que me reconforta
que tus labios no esperan.
Tengo el aroma de tu alma
y de tu nombre
en impávida calma
sin nada que me asombre.
Tengo tus caricias
en el tacto de mi piel
sabiendo que son delicias
con sonrisas de miel.
Quiero escribirte
un poema
solo para decirte
que eres mi sublime tema.