Tapio mis ojos y veo el silencio.
Aterido quedo por su susurro
Y a todas sus quimeras sucumbo,
Para dejar en vela al somnoliento.
Axioma que se esconde en el momento
En que la claridad viste de luto
Y el oído se afina, descubro,
Juicio borracho de mordaz canguelo
Quien quiera que seas, vete lejos,
Grita mi interior afónico y trémulo,
Inapetente de otros pensamientos
Se aísla la mente y forja al incrédulo
Ya la calma aborda el tren de los miedos
Hasta que luzca otro nuevo capítulo