Las flores en el invierno
Se marchitan
No brindan al mundo
Su belleza, su esplendor, su aroma.
Así como las flores
Somos nosotros, compañera
Períodos de la vida…
Sin dar nuestro esplendor.
Parecen interminables
Nuestros inviernos…
Pero Dios nos está mirando
Y me dice que te diga…
No te desalientes, compañera.
Juntos veremos llegar
Nuestra primavera
Trayendo para nosotros
Las más fragantes flores
No te desalientes, compañera.
No olvides nunca
Que en el cielo está Dios
Dejémonos de orgullos
Y reconozcamos su gran amor
No te desalientes nunca, compañera.
No es necesario dinero
No es necesario grandezas
Nos basta con nuestro
Hermoso amor
No te desalientes nunca, compañera.
Recuerda que a tu lado
Tienes un cariño, un amor
Está siempre en silencio…
Lo que no te digo en palabras
Te lo expreso en esta canción.
Compañera, flor de mi vida
Esposa, amante, madre…
Sufro en mi cuerpo
Tus dolores y desdichas…
Dios me dice desde el cielo
No te desalientes, compañera.
Luchemos juntos
Sin mirar para atrás
Nos abrigaremos bien
Con el abrigo de la fe
Esperanza y amor.
Y verás como
Nuestro invierno
Se va con su manto
De oscuridad y dolor
No te desalientes, compañera.
Cuando veamos llegar
La primavera…
Nos miraremos cara a cara
Y con una sonrisa franca
Daremos gracias a Dios.
Me siento inspirado…
Tengo ganas de recoger
Las cosas más bellas del mundo
Encerrarlas en cuatro líneas
Y convertirlas en versos
Para que las recites siempre
Compañera…
Recuerdas nuestras ilusiones
Cuando éramos novios
Cosas del amor
Chicas para el mundo
Pero grandes para Dios.
Sueño con hacerte mi princesa
Yo sin ser príncipe
Te llevaré al castillo azul
De mis sueños
No te desalientes nunca, compañera.
Quiero que entre mis brazos
Te sientas segura y no le temas
A las deudas que la vida nos da
Porque nacimos para amar y sufrir
Por eso que con estas líneas
Te digo con humildad…
No te desalientes nunca
Mi querida compañera.
Soy capaz de hacer castillos
De oro y diamante
Para dártelos después
Pero de qué nos sirve
El materialismo si es poca
Nuestra fe.
Tomémonos de la mano
Y aunque nunca te diga nada
Transitemos por este mundo
Más unidos cada vez
Con la frente bien alta
Y con la bendición que da la fe.
No te desalientes, compañera
Que después del invierno
Llega la primavera
Trayendo flores de amor
Y canciones de fe verdadera.
Dios bendiga nuestra unión
Nos de fuerzas para luchar
Él me dice que te diga
No te desalientes nunca
Querida compañera.
J.P.