¿Qué te puedo escribir?
Eterna soledad mía
Si ya ha llegado el día
Que no me dejes morir.
En vez de dos luceros
Ahora tengo cuatro
Que alumbran mis senderos
Dueños de mis actos.
No te enfades, eterna soledad mía
Me has ayudado a meditar
Con tu silencio como alcancía
Donde guardé lo que hoy he venido a cosechar.
J.P.