La mayoría de nosotros suele fabricar fantasías en nuestra mente y en nuestra vida ya que son una manera de enfrentar nuestra realidad de una forma más llevadera, es una manera de lidiar con las dificultades, los demonios internos, las tristezas y las angustias construimos un castillo que cumple o satisface nuestras necesidades emocionales, espirituales y personales.
El problema no es el castillo que construimos...
El problema es que incluimos a otros en nuestro castillo, sabiendo que ellos tienen el suyo, sabiendo que cada persona tiene situaciones distintas y que obviamente no todo arquitecto tiene la misma visión ni los mismos gustos.
El problema es que cuando salimos de nuestro castillo olvidamos que ya no estamos dentro de él, y esperamos que nuestra vida externamente sea tal cual es en nuestro castillo, esperamos que los demás comprendan nuestro pequeño universo.
Dentro de él somo reyes y príncipes, o cualquier cosa que deseemos,
Pero fuera de él debemos ser como un soldado de batalla a la defensa, en tierra peligrosa, ya que la realidad está en constante lucha contra nuestras fantasías.
No quiero decir que debemos estar a la defensiva o dejar de ser soñadores, sino más bien que debemos estar siempre preparados para las adversidades que nos presenta la vida.
El castillo que construimos debe ser solido y resistente con un puente firme conectado con la realidad ... No como una burbuja que fácil se rompe.
Editado: 22.08.2019