Despistadamente caí en esa bazofia amorosa
y a menudo recibía absurdos mensajes
de una loca
que decía amarme y amarse.
Pero para amar
necesitas mirar
dentro del alma,
necesitas mirar a los ojos.
Nunca Amé a nadie,
me enamoré de cuerpos y sonrisas.
De mentes y soledades.
También de silencios.
Nunca Amé a nadie, inclusive si lo dije
fue una equivocación de mi boca
y de mi defectuoso cerebro.
Y no Amé a nadie
solo fueron inspiración para mi Arte.
Y si, llámenme pesimista, egoísta,
denle a las palabras un significado previo
y llámenme cobarde también
pero no Amé a nadie.