He tomado un sentimiento de rehén, he secado la clepsidra dejando al tiempo sediento de un beso, la arena desnuda, la luna sin reflejo
Mi Gioconda sonriente, mi flor imperial, he dejado a Cai Lun sin papel, toda Asia sin tinta, sin infierno a lucifer
Te he dejado de prenda en algún bar de esquina, entre besos baratos de despedida seguí tomando o contigo o por ti sin querer recordarlo
Ni el viento quiso decirte donde estaba yo desconsolado por que la voz de Eolo se quedó a darme resignación
He dejado de caminar en el lugar donde moras, allá entre el cielo y el olvido, allá donde muero en tu memoria
Queda desahuciado el pensamiento de dejarte ir, he marcado con ramitas el camino hacia tu alma
No es que quiera olvidarte, tampoco quiero recordarte, espero que esa canción que de mi escuchaste se quede rondando en tu cabeza de la misma manera en la que por tiempo indefinido yo te he dado hospedaje en la mía…