Si quieres ser mala seré mala contigo. Seremos malas las dos juntas solas.
Solo te pido una cosa, no me dejes, como los pétalos de una rosa la abandonan sin causa pero con demora.
No te vayas, no te alejes, no hagas que me queje. Porque iré a buscarte sin rendirme hasta que mi alma se marchite.
Seamos malas, rompamos cosas, corazones, las cuatro estaciones. Hagamos que el verano sea invierno, que otoño primavera. Que los tonos de la vida caigan en una muerte eterna.
Seamos malas las dos juntas solas. Sin nadie por el que sentirnos mal ni responsable. Dejemos los sentimientos a parte. Vivamos la vida y el remordimiento que se aparte.
Manchemos nuestra alma con el carmín de la sangre, recemos al Demonio invoquemos a un ángel.
Dejemos las historias de los libros en papel y hagamos realidad nuestra aventura con sustos y pinturas.
Cojamos la vía no culta, para hablar cómo nos pete, cuándo nos pete, con quién nos pete.
Deja que te arranque el corazón, a cambio te regalo el mío, pero no te alejes del camino.
Lleguemos hasta el profundo Infierno ardiente, ardamos en llamas, riámonos de la gente.
Que nos miren, que hablen, que copien o pasen.
Nosotras revolucionamos el cielo, calamos el mar, el viento del fuerte huracán.
Llamemos al hada madrina, que nos saque de esta película. Que quiero subir ya al cielo y reencontrarme con mi familia.
Que quiero que vengas detrás, pero que sigas viva. Que tú tienes quién te quiera y yo ni tengo pérdida.
Como una pluma al caer cuando nace el alba, como una hoja de otoño llegando a un charco de lava, como una gota de agua en el mar sin lágrimas, como tú y yo siendo malas.
Que no nos culpen. Lo que hemos vivido nos ha hecho así, y si a alguien no le gusta que se joda, que nosotras no protestamos, pero tampoco cambiamos las cosas.
Déjame decirte solo una cosa: vayamos a ser malas las dos juntas solas.