"Hombre fuerte".

Siempre fuerte, nunca debes llorar...

El crujir de sus botas de trabajo daban a entender que su jornada comenzaría pronto. Apretaba bien los cordones, como se lo había enseñado su padre. Tantas cosas le enseñó, pero no de todas estaba orgulloso.

"¡No llores, los machos no lloran!- le gritaba cuando tenía 6.

"Vamos, ve e invitala a salir, diviértete esta noche"- ya mayorcito lo guiaba.

¿Divertirse?, ¿con alguién que tiene sentimientos igual que tú? 
Su corazón había sido roto una vez, quizás la única oportunidad para amar se esfumó, y su corazón nunca pudo reestablecerse.

Y es que el amor de un hombre puede ser incluso más frágil que el de una mujer, a ellos también les duele el ser engañados.

El primer paso para una relación amorosa, dalo tú.

Si se pelean y aún ella no tenga la razón, disculpate tú.

Mantenla por que ella no debería hacerlo, no te quejes si algún día se quema la comida.

Si algo malo pasa, aunque tengas miedo, ve y enfrentalo.

Al recordar esas enseñanzas de su padre, su sangre se le subía a la cabeza, más de lo que debería. Apretó con fuerza el nudo de su última bota por arreglar.

No importa que pase. Si tienes que golpear a algo o alguien hasta sangrar, si tienes que gritarle a lo que sea para desahogarte, si debes beber, fumar, estar con cualquier mujer para sentirte amado, hazlo...

Pero nunca llores. Los hombres nunca deben hacer eso.