Ayer
Miro la tierna arena bajo mis pies y me siento tan desolada que sería de mí si no sintiera tu amor. Las calles son oscuras y las personas juzgan; mi casa se siente vacía y algo en la lejanía me llama.
He fallado en gran manera y me siento tan desolada; quisiera ser guerrera y pelear también, ganar la batalla.
No tengo fuerzas. Soy débil. Soy tan inútil. Un ángel no debería pasar por estas cosas.
El fantasma de lo que fue ayer y de lo que pudo haber sido mañana me persigue, porque he caído junto con mis hermanos; he pecado de tal manera que lo vendí todo por un precio bajo.
Ahora no tengo nada. Mi sentir se ha ido. Él también se ha ido. Pero, por favor, tú no te vayas.