El Cielo detrás de mí Ventana
Cuando miras constantemente las estrellas, sientes una paz que no puedes explicar. Pasa lo mismo cuando miras al cielo despejado; es tan azul que sorprende. De pequeña, pensaba que era un inmenso mar y que las nubes solo eran espuma.
Me gustaría ser aquella niña.
Ahora miro el cielo a través de mi ventana y me trae melancolía, recuerdos que solo quiero olvidar.
Ahora lo miro y recuerdo mi naturaleza, quién soy en realidad.
Me desespera, mi garganta arde, no puedo llorar. Tomo mis pocas cosas entre mis manos, tomo mi corazón hecho pedazos y me marcho de aquel lugar. No miro hacia atrás, pero nadie me llama. Espero a que el chico de ojos como el cosmos me llame, pero su voz se ha apagado en mis oídos; no quiero que sangren, ellos sangrarían sin parar.
Sigo mi camino y no escucho a nadie llamarme. Detrás de mi ventana me espera el gran cielo. Voy hacia él.
Recuerdo su caminar, su voz y su mirada; escucho un sollozo y algo por mi mejilla baja. El cielo detrás de mi ventana refleja la sangre de mis lágrimas.