Imaginación
Mis manos sujetan las rosas con firmeza; una espina se clava con crueldad en mi mano derecha.
Veo la sangre brotar y mi mundo comienza a girar; corro por un prado, donde mis risas resuenan en el lugar.
Siento el frescor del viento danzar en mis cabellos, que han crecido desde la última vez que te vi. No podemos romper las promesas.
Permito que el cansancio me venza y finalmente caigo al suelo. Miro al cielo, donde brillan numerosas estrellas; cuánto daría por ser una de ellas.
Persigo la constelación que reside en tus ojos, aunque el brillo en los míos se apague, seguiré persiguiendo los tuyos, que son mi constelación favorita.