Mi Pluma sufre de imsomnio
Mi pluma sangra por ti, mientras que la tuya se limita a escribir. Mi pluma entona las más sublimes melodías, mientras que la tuya solo se aferra a las palabras. Mi pluma derrama su esencia cuando mi alma lo hace. Tú, ¿por quién viertes tu sangre?
Canto en las mañanas, una dulce melodía que acompaña el sueño; así se experimenta una sonrisa correspondida, oh, tan solo con una mirada... una mirada desgarradora que puede crear un agujero negro, atrapándote en su vorágine y haciendo desaparecer tu mundo. Crea fantasías y las desmantela, toma todo lo que debe ser tomado y te deja en ruinas. Sí una dulce melodía para suavizar el insomnio que asedia una noche interminable.
Toma todo lo que desees; de todas formas, te llevarás cuanto anheles. Sin embargo, no me prives de mi pluma, la fiel compañera que me asiste en los calurosos días de verano y en las frías noches de invierno. Ella nunca descansa; te piensa, te imagina y te escribe sin cesar.
Un insomnio irreparable asedia las entrañas y envenena el corazón, cruel mirada de una falsa ilusión que desarma incluso al soldado más preparado y al guerrero más temido. Y tú, oh tú, me has despojado de mis defensas. Mi pluma sangra junto a mi corazón.