Capítulo 38

Constelación de Orión

Si elevas tu mirada hacia el firmamento, te percatarás de la constelación que se manifiesta con una claridad asombrosa. Siempre he albergado la sospecha de que había algo más en el punto al que apuntaba aquella flecha celeste, y ahora comprendo que se trata de algo infinitamente más profundo que una simple flecha. Alnitak, Alnilam y Mintaka, esas magníficas estrellas que contemplo con frecuencia, me transportan a un estado de ensueño en el que me pierdo en su luminosidad; así podría describir la intensidad de una mirada.

Ahora comprendo que, por más que desee quedarme, es insostenible vivir con una espina clavada en el corazón. Resulta igualmente imposible experimentar un amor a medias, porque aún la constelación de Orión brilla con todas sus estrellas.

Me di cuenta demasiado tarde de que, así como se contempla el cielo desde la tierra, así de arduo que resulta alcanzar las estrellas; así de inalcanzable que es acercarse a la constelación de Orión... así de extraordinario puede llegar a ser un amor no correspondido.