Daño
Tenía pleno conocimiento de lo que podía ocasionarme daño; tal vez somos excesivamente masoquistas cuando se trata de aquello que nos agrada, a pesar de que realmente no nos conviene.
Nos comportamos como masoquistas, infligiéndonos daño a nosotros mismos, al construir fantasías en nuestra mente, fantasías que pueden llevarnos incluso a la muerte.
Quizás éramos nuestros propios destructores, aniquilando nuestros cuerpos, almas y corazones, únicamente a través de ilusiones forjadas por nuestra imaginación.
Quizás solo nos infligíamos dolor a nosotros mismos, con ideas y videos concebidos en nuestra mente, causándonos un daño irreparable.