Te lo daré todo
¿Sabes cuál es la faceta más cruel de la realidad? Que sé que me necesitas; o tal vez, en verdad, no lo sepas, pero en tus ojos percibo heridas, te faltan partes, y creo que estaría dispuesta a arrancarme las mías para que no te sientas incompleto.
Te ofrecería mi luz si así me lo solicitaras; de hecho, creo que te la brindaría de todas formas, únicamente por el placer de contemplar tu sonrisa.
Te entregaría cada parte de mi ser, solo por verte bien; te cedería mis horas libres y permitiría que tomases mi corazón para que bombease sangre en tu cuerpo.
Dejaría que tomaras todo de mí, únicamente por tu bienestar; creo que ahora dependo de ello: dependo de tus sonrisas y de tus miedos, pero, sobre todo, dependo completamente de ti.
Lo más cruel es que no recibiré nada de ti; nada podré obtener, a pesar de ofrecerte todo lo que soy. Y está bien; he tomado la decisión de dártelo todo.