Para el chico de la trompeta
¿Qué esperabas? ¿Acaso creías que me quedaría aquí por ti toda una vida, aguardando a que decidieras?
No.
Tú ya elegiste. Quiero recordarte que no deseo que me escojas, aunque sean lágrimas de sangre las que yo recoja.
Suficiente tiempo he dedicado a tu atención. ¿Para qué esperar más? ¿Para seguir muriendo en tu mirada y en el roce de tu mano en mi cintura cuando me saludabas?
Eres ingenuo si piensas que soy tu hermana; sabes bien que no somos nada, y mi corazón late por ti desde hace semanas. La desesperación, las lágrimas y el insomnio son mis fieles compañeras en esta tormenta de sentimientos.
Así que, discúlpame, pero dejarás este cuerpo, porque la verdad es que tú no me ofreces nada; solo una ingenua preocupación de una amistad recíproca.
¡Qué vil mentira! ¡Ingenuo! Yo te amaba.
Ahora caminaré por las calles libre de sentimientos, con una nueva sonrisa y un corazón renovado. Tú solo me hacías daño, así que seguiré aquí, pero ya no te miraré con esos ojos de aprecio.
Te quiero, como un gran amigo; así será para el resto del mundo y para mí de aquí en adelante. Cuando desees tocar la trompeta, llámame, para grabarte y recordar que aún me faltan 38 poemas por dedicarte.
Estoy desesperada por concluir los 100 poemas y olvidarme por completo de ti y de todo este sentimiento que me abruma. Toca como sabes hacerlo, porque yo ya no escucharé nada en lo que a ti respecta.
Solo toca y olvídate del mundo a tu alrededor; estás vacío y no ves que deseaba llenarte. Pues quédate así si tanto anhelas permanecer solo.
Una melodía puede reparar un corazón, pero también destruirlo. Así era el sonido de tu voz en mi interior: solo destrucción.
Olvídate del brillo de mis ojos; eran solo lágrimas contenidas. Ahora brillarán verdaderamente, porque las nuevas oportunidades no estarán retenidas. Toca tu trompeta y anuncia el desastre; no me importa, ya no me afectas.
Ahora te afectaré yo. Ese es el precio a pagar por mi amor.
Tómalo todo, y te irás sin nada.
Ingenuo tú, al pensar que no podría olvidarte.
Misión cumplida. Ya no me afectas, como el quinto choque en mi pecho sin anestesia... ... ... /\/\______________