Amor tóxico
Creo que últimamente me he dado cuenta de lo que necesito. Me he alejado de lo que me hacía bien y empecé a abrir un libro sobre dark romance, maltrato familiar y abandono. Pero quizás ese libro sea mi realidad en estos momentos.
Miedo, eso fue lo que sentí: miedo por estar en un problema en el que no sabía cómo salir. Me di cuenta de que necesitaba alejarme, que tenía que poner distancia entre aquel chico que se había puesto una navaja en el cuello y yo.
Mi historia había comenzado en el silencio y había seguido en problemas y más problemas: ruido alto, deseos pecaminosos y miradas apasionadas. Amor no correspondido, y así se volvió un querer tóxico, dañino.
Dos jóvenes con trastornos amándose a su manera. Dos psicópatas describiendo un asesinato fantástico en su mente.
Dos personas solas, necesitándose una a la otra.
Él necesitaba abrazarla y darle un beso en la mejilla; sentía su olor y le encantaba. Ella se sentía protegida en sus brazos, sentía su olor y se derretía imaginando sus labios contra los suyos.
A veces te imagino acostado en mi cama, recorriendo mi espalda con tus besos. Pero somos dos locos trastornados, queriéndonos de maneras distintas. Miedo es lo que siento de perderte, pero llegará el día en el que no podré evitarlo.
Entonces llévate mis palabras contigo para que recuerdes nuestro querer: raro, tóxico, dañino. Aun así, no te alejes de mí. Sé que piensas en lo mismo, aunque no puedas buscarme todos los días.
Mi chico es mi obsesión y, aunque no lo admita, también soy la suya.