Poemas Para Él

Epílogo

Fin de la Historia

Algunas historias dicen que terminan con finales felices, pero mi historia no comenzó siendo feliz, así que no terminó así; terminó con mi corazón muerto.

Dije que estaba bien con una sonrisa en mi rostro; sin embargo, me encontraba en mi propio ataúd. Él fue enterrándome poco a poco, con mentiras y falsas ilusiones. No quise verlo porque estaba enamorada; quería darle mi querer aunque solo recibía migajas.

Aun así, terminé en un hospital, con un dolor de estómago terrible, por haber tomado la estúpida decisión de querer irme. No es el tiempo; tiene que haber justicia para mi corazón muerto.

El final de esta historia es gris; no hay colores con vida, se extinguieron todos en el mismo instante en el que me di cuenta de que él mismo mataba el amor que sentía, mataba los sentimientos y me dejaba sin nada, solo con un vacío.

Quería sentir unos brazos, quería un beso en las noches, aunque nunca lo llegué a recibir de su parte. Me daba cuenta de que necesitaba amor, de alguien que me sujetara porque necesitaba descansar.

¿Quién podría hacerlo? Si en las noches cuando lloro tinta nadie está allí para verlo. ¿Quién podrá ver la verdad en mis ojos? Si cuando les grito desesperada sobre lo que me tiene atormentada, no me creen.

No me gustan las mentiras.

No me gustan las hipocresías.

Esta historia se termina y no tiene un final feliz; su final es trágico, es triste, es sufrimiento con todas las letras, con todas las lágrimas y con todas las veces que dije "estoy bien".

No estoy bien. Mírame bien a los ojos y verás cuánto me duele terminar esta historia y decirte que nada de lo que pensaba era cierto; que quise ver un príncipe donde había un monstruo, quise ver colores donde solo había oscuridad.

Entonces ahora te cuento que la persona que tanto quería y amaba al final siempre fue un monstruo; lo demostró. No sentía y no se ponía en el lugar de mis sentimientos; nunca le importaron, nunca le importé.

Fue tan cruel y tan despiadado, mientras yo intentaba darle todo, todo el amor que guardaba.

Hasta que no quedó nada.

Entonces pude pensar.

Ahora empezaba una historia diferente: la historia de la bestia que fue creada por un monstruo.

Esta vez la bestia mataría al monstruo y no le importaría nada; igual que él, que no le importó convertir a la princesa en bestia.

Entonces la historia termina con una venganza infinita y sin sentir nada. Comienza a caminar hacia él, sabiendo que lo destruirá esta vez y nunca se cansará.

No me cansaré de destruirlo una y otra vez.

Lo destruirá y esta vez no lo dudará.

Mejor es confiar en JehováQue confiar en el hombre.
Salmos 118:8



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En el texto hay: 100 poemas

Editado: 06.06.2025

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