Lo siento
¿Alguna vez haz Creído voluntariamente una mentira, sabiendo la verdad?. ¿Alguna vez te haz metido en un callejón sin salida a posta?. ¿Oh haz querido que un sueño fuese eterno, incluso sabiendo que lo que soñabas no era real?.
¿Nos consolamos con las mentiras porque la verdad nos asusta?. ¿Oh, es porque empezamos a creernos nuestras propias mentiras?. Seguro que no estoy sola en esto.
Lo triste es que mi miedo de estar sola se a convertido en lo que me frena.
Algunas mentiras pueden ser muy tentadoras, y algunos callejones sin salida, muestran encantos para atraernos.
Sabemos que las cosas pueden acabarse, pero aún así nos perdemos en las calles para evitar enfrentarnos a nuestros problemas. Es como improvisar la letra de una canción que no conoces, y creer que es la correcta.
Nos aferramos a los sueños, deseando que duren para siempre con una sonrisa en el rostro. Las mentiras nos pesan como un ancla, nos arrastran durante millas, como un gran barco en el mar, sin a penas darnos cuenta.
El viento es suave, el mar está en calma, la suerte está de tu lado, de repente el ancla se desprende y te encuentras sola, sola con tu realidad en un mar infinito y peligroso.
Y entonces los vientos y las olas comienzan a mecerte, te desvias del rumbo. Entonces te das cuenta, en ese mar de mentiras te haz olvidado de tí, de como ser tu misma.
La vida está llena de estos vordises, pero sé acabaron las excusas, les debo una disculpa, a todos vosotros.
Les hice creer a todos una mentira...que yo misma creí. Lo siento.