Te fuiste el viernes, y desde entonces, nunca ha llegado sábado.
Las palabras sinceras, las que realmente valen la pena, son aquellas que salen del alma, y en tu alma, no había nada, cada palabra era totalmente una mentira vestida de lealtad.
Pero apesar de todo, mi amor por ti, jamás cambió.
Porque mi amor no se puede quemar, está hecho totalmente de fuego.
Recuerda, amor mío, que el amor es algo mutuo.
Algo que das y recibes.
Y si esta muerto por un lado, deja de llamarse amor, se llama condición.
así que; aquí, donde estés, y con quien estés.
El amor te encontrará, no precisamente conmigo, pero lo hará, y se día entenderás.
Porque el cielo es azul y el agua perdió todo su color.