Poemas sin poemas.

Rutinas

Algo más viejo.

Desperté como todos las mañanas, desayune como todos las mañanas, y salí a sentarme en el banco de madera como todas las mañanas de todos los meses, días y horas que despierto.

La misma rutina que odio pero de la que no cambio, en fin, me siento en ese banco a tomar un café, y solo observo lo gris que es el cielo, cada día el cielo se apaga más como mis ganas de trabajar.

Los colores se van a apagando sin aviso al igual que la gente, ya no sonríen solo piensan en un día nuevo lleno de responsabilidades que nosotros mismo nos damos para no pensar en lo no queremos, como ¿quién soy? o porque repetimos esta misma rutina, esperando a apagarnos como nos dijeron que algún día pasaría. Yo me preguntó el por qué hacemos esta misma rutina si sabemos que al final nos vamos a apagar, pasamos la mitad de nuestra vida pensando que dirán los demás que si tenemos una diferente rutina que todos los demás, somos raros y diferentes, ¿diferentes? algo que a los demás no les gusta porque temen salir de su rutina, de la que nos enseñan que si no la hacemos somos alguien sin futuro a seguir, pero la verdad es que ya no me importa nada, solo espero ese día en que por fin ya no seguiré esta misma rutina.




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