El señor: juan

Era una  mañana gris y monótona en la ciudad cuando juan se levantó de su cama, cómo lo hacía cada día por 45 años. Cepillo sus dientes cariados, se vistió con su traje gris y tomo el mismo desayuno de siempre: pan tostado, huevos fritos y café negro. Luego, camino por la calle que siempre recorría para su trabajo.
Pero esa mañana algo extraño sucedió. Una rara sensación comenzó a invadir su mente, cómo si hubiera entendido lo banal que era su vida. 
¿Por qué? 
¿Para que seguía haciendo lo mismo cada dia? 
¿Que sentido tenía?
¿Por qué nunca había intentado hacer algo diferente?
Inesperadamente, dio media vuelta en la calle Y fue en busca de aventuras. Pero no pasó nada emocionante, solo compro un pastel de chocolate, saludo a la chica de las revistas y llegó un poco tarde a su trabajo.
Desde entonces, juan hizo lo mismo cada dia: romper por un tiempo su su monótona existencia. Volvió a casa después del trabajo para cenar solo, y leer un poco. Y aunque nunca hizo nada realmente emocionante, esa extraña sensación de banalidad en su vida había desaparecido.