Ella sonreía a toda costa, toda una diosa a la vista.
Deslumbrando con su mirada.
Ella era hermosa, siempre sonriendo, aun cuando la insultaban.
Ella no odiaba a sus enemigos, ella se odiaba a sí misma.
Detrás de esa linda máscara de diosa.
Hay una chica incomprendida, con el alma hecha trizas.
Camina con pasos temblorosos, repletos de miedo.
Ella esconde su verdadero ser, tiene miedo de mostrar al mundo su esencia.