Aquellas noches en donde
caminábamos por las calles oscuras
con la neblina desvaneciéndose lentamente
con los cigarrillos encendidos
con la angustia en nuestros bolsillos
con la tristeza en nuestras almas
y con un único objetivo:
caminar, solo caminar.
Te echo de menos
y he salido a caminar con el corazón partido.