Estos últimos días he despertado triste
y muy distraído.
Me he golpeado el hombro
varias veces con la puerta de enfrente
cada vez que salía a fumar un cigarrillo.
Me he recostado en la cama
una y otra vez
con la única intención de dormirme
y apagar mis pensamientos.
No sé cuando empecé a sentirme mal de nuevo.
Supongo que la vida es así.
Un día estás hermosamente fumando
cigarrillos con amigos.
Y al otro; muriéndote en la cama lentamente.
Pensando y pensando.
Destruyéndote con tus pensamientos.
Mirándote al espejo y odiando tu existencia.
Escuchando canciones deprimentes
y bebiendo café.
Esperando estar bien al día siguiente.