Cuando la noche cae
y el silencio rodea por completo la habitación
me limito a sentarme en el borde de la ventana
y enciendo un cigarrillo.
A veces dentro de las paredes de mi cráneo
ocurren conflictos.
Las voces no se callan
y escucho un sonido de tazas rotas dentro de mi cabeza.
Es desconcertante para mí.
En las mañanas bebo café
e intento calmar esta depresión.
Hay pequeños estragos dentro de mí.
La casa huele a muerto
y tengo la sensación de que soy yo.
No logro recordar qué día es hoy.
La luz del sol golpea la ventana.
En el patio hay hierba mala
no sé cuanto tiempo lleva sin ser cortada.
Mi vida esta desordenada
y no la pienso organizar
porque estoy cansado de todo y todos.
El mundo es horrible allá afuera.