Dama sigilosa de piel blanca,
de velo negro
Tan impredecible,
como revoltoso viento
como la fría lluvia.
Me conoces desde el primer día,
pero solo al final de mi vida
anuncias mi partida.
Con tu suave mano de porcelana tomando la mía,
me arrastras a las horas interminables,
donde no hay noches,
donde permanecen los días.