Una oruga,
bicho raro,
decadente.
Sin talento y poco agraciado,
feo y propenso al rechazo.
Se escabulle,
envuelto en su soledad,
invadido en pensamientos
y sentimientos.
Éstos no son tan malos,
pero tampoco son buenos.
Si muta,
obtendrá mariposa o polilla.
De ser polilla habrá críticas,
de ser polilla será como lo que es con alas.
Un desagrado a la vista.
Polilla no quiere ser,
pero eso tiempo ha de tener.
Se encierra aún más hasta desaparecer.
Nadie entiende por qué,
pero por un tiempo no se la ve.
Mariposa ahora es,
su belleza y vuelo crean envidia.
Más a ella no le importa,
eso en parte le alegra,
porque a su vez admirada se siente.
Ya no le importa lo que los otros de ella piensen.
Ya no la hieren.
Ya no es una oruga,
no es polilla,
es mariposa.