Claves son las horas en que piensas,
juntando cada recuerdo como piezas.
Drogado del aroma dulce de su piel,
admitiendo su rechazo nato como hiel.
Hermosas son aquellas horas bonitas,
susurrando[me] aquellas lindas palabritas.
Sumido imaginado que me quieres,
rozar tus labios dime amor que lo prefieres.
Bellas las horas de la alocada risa,
aterrizando en mi como rocío que no avisa.
subes, bajas, me miras y me abrazas,
cuando susurras me enrojeces como braza.
Olvidando las horas me encuentro, vida;
bebiendo mis lágrimas, esa es mi comida.
¿Y ahora qué hago con esta soledad?
¿o acaso era tu meta ofrecerme maldad?
Pero el reloj sigue y no se detiene,
la esperanza vive y aquí me mantiene.
Pero las horas pasan y no vienes,
quisiera que volaras y veas como me tienes.
La hora ha llegado, siento que no puedo,
la flor se ha secado, aquí ya no hay denuedo.
El río dejó ahora mismo de existir,
A esta hora habrás sabido que sin ti no se vivir.