Tenía miedo de la vida,
tenía miedo de tomar decisiones equivocadas,
incluso de las correctas.
Tenía miedo de la soledad,
de la oscuridad, de las noches de insomnio.
Tenía miedo.
Y entonces llegó.
Llegó sonriendo, con los brazos abiertos brindando esperanza
Y entonces, me abrazó.