Porque cuando la veo...
Es tan sofisticada como una rosa, tan exótica como una orquídea y tan decidida como narciso.
Que a veces tiene matices rojos de peligro; azules de serenidad o sencillamente delicados como el rosal. Ella no es cualquiera y eso hace que la quiera más.
A veces dice lo que piensa y su intrepidez me hace alagarla, o su timidez sonreír con ternura.
Sé que en su cabeza reposa un universo tan infinito como el nuestro, pero más bello.
Tiene una fuerza sobrehumana que es más rígida que la de mil hombres, pero ella no muestra su fortaleza con golpes o gritos, sino con voluntad y esperanza.
No quiero que sea igual que las demás que he conocido, ella es hermosa sin intentar serlo; sin demostrar ser mejor, simplemente es ella siendo lo que es y lo que desea ansiosamente en su interior.
Ella es feliz siendo un patito feo o un cisne, siendo una rosa o una flor de monte, una esmeralda o una roca. Tan belleza permanece y no es efímera como la exterior.
Ella es imperfecta, pero esas imperfecciones la hacen hermosa; lo que la hace hermosa son esas imperfecciones, que para mí, la hace perfecta.
#18174 en Otros
#5278 en Relatos cortos
poemas de todo un poco, poesía., poesía amor. romance. desamor.
Editado: 14.10.2021