Porque me llegarías a besar?
¿Por qué motivo te llegaría a gustar?
Y con cuál requisito me llegarías a amar?
No cumplo con tus expectativas aunque cambiase todo de mí, porque lo único que te gusta es lo único que no puedo ser. Tu amor parece un espejismo, un sueño fugaz en el que quiero creer, pero me pierdo en las sombras de lo que no puedo alcanzar.
Busco en tus ojos una chispa de comprensión, una señal de esperanza, pero todo lo que encuentro son reflejos de lo que nunca podré ser. Me esfuerzo en encajar en moldes que no fueron hechos para mí, y en cada intento fallido, mi corazón se desgasta, se rinde.
Porque en tu mundo de perfección, no hay lugar para mi imperfección, y aunque el dolor de esta verdad sea cruel y desgarrador, sé que seguiré buscando en vano lo que nunca podrá ser, en un ciclo interminable de deseos no correspondidos.
Así, me pregunto una vez más, ¿por qué me llegarías a besar? ¿por qué motivo te llegarías a gustar? ¿Y con cuál requisito me llegarías a amar?
En el eco de mi desesperanza, encuentro solo respuestas vacías, y aunque el anhelo persista, debo aceptar que en este juego, lo único que tengo es un corazón roto y un deseo inalcanzable, mientras me alejo de la ilusión de un amor que nunca será real.