EL ECO DE LA COMPAÑIA
Y de repente la nostalgia me invade, se acumula como un trago amargo en la garganta y amenaza con romperse en cristales de sollozo a través de las ventanas de mi alma.
En esos momentos te preguntas qué sentido tienen los días y las horas cuando no sabes por dónde dejar fluir tanto amor que desborda tu corazón.
Tal vez, después de todo, aquel loco tenía razón cuando decía que una vida sin compañía pierde parte de su sentido.
Hace solo unos meses no me importaba quién se quedaba o quién se iba, pero cuando descubres que acompañada puedes construir cosas inmensas, te das cuenta de que quizá no es tan mala idea buscar o permitir que te encuentre tu otra mitad…