En un tiempo donde me asechaba la maldad, acudí a ti, oh señor, rey de reyes y señor de señores. Acudí a ti, oh padre celestial… oh señor Jesucristo. porque tu abogas por nosotros ante el padre, y fui escuchado… como no amarte si siempre estas con nosotros, nos ayudas en momentos muy difíciles.
Yo tengo que estar siempre agradecido, porque me libraste de mi enemigo, viste, oh Jehová, que el enemigo quería matarme y tuviste misericordia de mí y mandaste tu ángel para que me ayudará en aquella noche.
Te llamé y me respondiste, pedí ayuda y me la mandaste, estaba yo preocupado por el acoso del enemigo y tú me disté la solución en esa batalla.
Le diste la victoria a tu siervo, a tu pequeño, a tu hijo. Como no amarte Jehová Dios. Como no exaltarte y alabarte.
No me cansaré de cantarte alabanzas todos los días, y de buscarte cada mañana, cada tarde y cada noche, porque eres mi salvador, mi dador de vida eterna, eres el rey de reyes y señor de señores, y en tu nombre señor Jesucristo, yo venceré.
Me has librado del mal, porque me amas y yo también te amo…