Padre celestial, creador del cielo y de la tierra, creador de los mares y de todo lo que hay en ellos. Padre eterno, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo; míranos y mete tu mano en ayuda por este pueblo.
No nos desampares ni nos dejes a merced de la maldad, y mándanos tus ángeles protectores, que estén con nosotros en cada momento.
Señor mío, libranos del mal, y de todo peligro, libra al pueblo de todo mal, porque en estos tiempos reina la maldad.
Señor Jesucristo, tú eres rey de reyes y Señor de Señores, en ti esta puesta mi confianza.
Amen.