Señor mío, Padre Celestial, tú sabes todo de mí, desde antes de decirte esto, y sabes que sufro por causa de la injusticia; y que dentro de mi estoy en una batalla de emociones, por culpa de soportar el comportamiento humano, pero en el fondo yo sé que todo esto es espiritual.
Pero si te dijera que estoy contento, mentiría, si te dijera que no me siento enojado, también mentiría, porque siento múltiples sentimientos, y todo a raíz de que el enemigo utiliza a las personas para atacarme de la manera más baja y dolorosa.
Yo perdono a todo aquel que me ha maltratado, porque si no lo perdono; tú Padre no me perdonarás, por qué; ¿cómo pido perdón si yo no perdono?
Aunque me hayan dejado con los sentimientos encontrados, revueltos y desordenados, yo siempre te buscaré Jehová Dios de los ejércitos, porque tú eres mi paz, mi roca, mi escudo, mi torre fuerte, mi alto refugio, y en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, soy libre de todo sentimiento de enojo, de ira y de tristeza. Amen.