Señor mío, Padre eterno, tú que nos ves todos los días desde los cielos, que ves todo lo que tu creación hace día tras día, semanas tras semanas, mes a mes, y años tras años, porque no hay nada que se te escape de la vista, porque todo lo ves, todo lo escuchas, y no se te escapa ningún pensamiento, oh Jehová Dios de los ejércitos, la maldad se ha incrementado y es asfixiante e insoportable; de ver, y de estar en un mundo donde se respira tanta maldad. No hay en donde estar, no hay un lugar en este mundo donde se diga que está libre de maldad, y esto es porque muchos no te buscan. No buscan al Dios que los creo.
Yo te ruego y te pido perdón por nuestras actitudes y comportamientos, porque muchos se pelean por riquezas, unos se acaban por tierras, y otros se destrozan por poder, porque no aman a su prójimo y quieren pasar por encima del otro sin importar nada.
No creen en Dios, en el Dios que envió a su Hijo Jesucristo para que pudiéramos salvarnos por medio de él.
Señor perdónanos, porque tú no nos creaste para que nosotros mismos nos destruyéramos.