Ayer los ángeles descendieron del cielo
Bajo una tempestad de lágrimas y suspiros
Para llevar en su ancho vuelo:
Una angelita que se les había perdido.
La encontraron divagando
en un extenso jardín de rosas,
Ella estaba en el centro,
Como la más hermosa de todas.
Querían arrancarla sin dañar pétalos ni espinas,
Querían conservar su esencia divina.
Dios estaba impaciente reclamaba su presencia,
Invocó fuertes vientos, cayó una gran tormenta.
Su ser alado fue llevado de este mundo,
Y la colocó en la cima: lejos del suelo fecundo.
La llevó lejos de sus seres queridos.
Ahora yace en el firmamento
Pero aún nos queda su luz:
Iluminando nuestros caminos
Y aunque ausente, jamás saldrás de nuestros pensamientos.
Porque un ángel tan inocente, tan puro;
Se lleva por siempre en el alma,el corazón y en todos los Versos.