Las hay rosas, blancas y amarillas,
Todas cantan grandiosas maravillas,
Tienen muchas afiladas espinas,
Protegiendo las valiosas minas,
Que llenas de tesoros están,
Suaves pétalos como terciopelo,
Su aroma a los humanos prestan,
Dejándolas romper como escalpelo,
Los hechizos de la mortal rutina,
Que poco a poco consume todo,
Hermosas flores hasta en el lodo,
Donde quiera lucen su grandeza,
No hay flor en el mundo con tal realeza,
Tenia en mis ojos una oscura cortina,
No podía ver la hermosura en mi vida,
Pensar que no tenía una salida,
Gracias rosas por liberar mi corazón,
Ya no tendré miedo al gran dolor,
Pues con espinas vives sin temor,
Seguiré luchando por una ilusión,
Las hay rosas, blancas y amarillas,
Todas cantan grandiosas maravillas,
Llenan de calidez mis frías manos,
Son la consolación de los humanos,
Hermosas flores llenas de color,
Mi corazón llenan de gran amor,
No olvidaré esas rosas espinosas,
Pues siempre serán muy valiosas,
No olvidaré esas rosas amorosas,
Pues sus memorias son hermosas.