Ella siempre está a mi lado,
Aún recuerdo cuando la veía,
Y comía su rico machacado,
Con la leche fresca del día.
Ella me acariciaba dormida,
Y me daba rica comida,
Cuando la televisión veia,
Siempre frente a mí sonreía.
Ella era siempre tan coqueta,
Con sus labios y mejillas,
Siempre de color rosita,
Con un vestido de flores amarillas,
Y su cabello platinado,
Pero jamás pintado,
Siempre alegre y sonriente,
Asi era su presente.
Ella ya no está materialmente,
Sus recuerdos están en mi mente,
Sé que siempre me observa,
Muy de cerca y mi amor conserva,
En su corazón sin final,
Y me protege fuertemente,
Desde el espacio angelical,
Aún después de su muerte.