Ya no te quiero escribir,
Sin ti ya no quiero vivir,
Un hilo rojo nos junta,
Nuestro amor despunta,
Y veloz nos lleva al cielo,
Como agua en riachuelo,
Tomando tu tibia mano,
Que toca tranquila el piano,
Con tus dedos una melodía,
Que me alegra cada día,
Es un hilo rojo tan fuerte,
Que no conoce de suerte,
Une nuestros destinos,
Y guía nuestros caminos,
Siempre es tan mágico,
Y a veces un poco trágico,
Y aunque se enrrede,
Siempre nos sorprende,
Mi hilo rojo eres tú,
Te lo digo con ímpetu,
No fue una casualidad,
Pues tú eres mi felicidad.