Los corazones son nobles,
Y también duros como robles,
Son lo que mueven el alma,
Y a veces lo que da la calma,
Se vuelven fríos o cálidos,
Según sus instintos y sentidos,
Sueñan con la eternidad,
Entre la verdad y la falsedad,
Observan en la fría lejanía,
La alegría y la melancolía,
Que se encuentra en el fondo,
De todo el maravilloso mundo,
Nada aquí es tan imposible,
Viviendo en un sueño invisible,
Donde eres indestructible,
Y completamente invencible.