En éste mundo no encontrarás,
Persona ajena a una tempestad,
Pues alegría y tristeza notarás,
Y en su corazón luz y ocuridad,
En un duelo que es eterno,
Y que a veces se vuelve un infierno,
Rodeado de un inmenso silencio,
Pero el corazón es tan necio,
Y busca una oportunidad nueva,
Que lo impulse y lo mueva
A un futuro lleno de flores,
Con hermosos y brillantes colores,
Que borren el pasado triste,
Y todo lo malo que un día viviste,
Ahora solo queda descubrir,
Lo bueno que está por venir.