Tu recuerdo anda rondando,
En mis sueños oscuros,
Dando pasos prematuros,
Que lo triste están recordando,
Las lágrimas caen rápidamente,
Y un caos se vuelve mi mente,
El corazón aún no te olvida,
Y lentamente se le va la vida,
Tu recuerdo es el enemigo,
Y Dios de eso es testigo,
Eres una daga enterrada,
Cruel y despiadada,
Que provoca una herida,
Con cada delicada caricia,
De donde no tengo salida,
Por mi enorme avaricia.