poliamor

Poliamor

TÍTULO: POLI AMOR

-Pues claro que te amo, ¿te atreves a dudarlo?…- dijo mirándolo a los ojos con una tremenda ternura.

-¿Y a ellos también?- preguntó inquisitivo, señalando a los dos individuos que miraban, desde el sofá, cómo se iban desarrollando los acontecimientos.

-A ellos también, por muy extraño que te parezca.

-Pero es que eso es imposible, no puedes amarnos a los tres por igual. Habrá uno de nosotros a quien ames más, ¿no? ¡Venga, di la verdad!

-Lo lamento, no puedo elegir. Vais a tener que aprender a vivir con eso- contestó mirándolos a los tres con un amor infinito-. No puedo prescindir de ninguno de vosotros.

-¡Yo ya aprendí, a mí no me mires! -Le  dijo, con calma, uno de los que estaba sentado en el sofá, levantando los brazos en señal de rendición. Parecía el mayor de los tres- He ido viendo como habéis llegado los demás y he tenido que ir adaptándome. Al principio me costó, no os voy a mentir. Compartirla no ha sido tarea fácil, pero con el tiempo he ido comprendiéndola. Los sentimientos no se dominan, no se pueden domar. Los sentimientos se sienten y punto. Se viven, se sufren o se disfrutan, pero nunca se dominan, de esto ya hemos hablado varias veces. Cuando llegué a su vida me parecía impensable compartirla con nadie. Las horas del día me eran insuficientes para estar con ella, ¿Cómo iba a consentir que otro viniera a ocupar el tiempo que me dedicaba? ¿Cómo iba a poder soportar verla acariciar a otro, sonreírle a otro, besar a otro? ¡Me parecía impensable! Y, sin embargo, comprendí que tenía demasiado amor que dar. El hecho de que llegara un segundo, incluso un tercero- Señaló con un movimiento de barbilla al que estaba de pié-, no iba a cambiar lo que ella sentía, lo que siente por mí. Y mucho menos, lo que siento yo por ella.

-Aún recuerdo la primera vez que te vi- rio ella mirándolo-. No me pareciste gran cosa, estaba hasta un poco decepcionada, después de tanto tiempo planeando nuestro encuentro. Aquel día estaba nerviosa, y tardaste tanto en llegar que me pillaste cansada de esperar, la verdad.

-Bueno, tampoco es que tú estuvieras en tu mejor momento, has tenido días mejores, admítelo- contestó él, guasón-.

-Ja, ja, ja… Tienes razón. ¡Estaba horrible! Despeinada, ojerosa…

-Y sin embargo a mí me pareciste lo más hermoso que había visto en la vida- dijo él con ternura.

-Fue amor a primera vista, no podía ser de otra manera- Ella miró por la ventana,  perdiéndose en el recuerdo de aquel encuentro que había sucedido años atrás, pero que tenía tan presente, que parecía que hubiera ocurrido en aquel mismo instante.

-Desde luego que lo fue- zanjó él-. Y estos dos –Señaló con la barbilla a los otros, que asistían como espectadores a aquel momento de ensoñación-, deberían de entenderlo de una vez por todas, que se pasan la vida compitiendo por tu amor.

-Para ti es fácil, llegaste el primero, la disfrutaste en exclusiva durante años, ninguno de nosotros ha tenido esa oportunidad- comentó el que estaba sentado a su lado, que no había intervenido hasta el momento.

-Bueno, así salieron las cosas, tampoco fue fácil para mí  ver cómo llegabais, después de tantos años de exclusividad…Sobre todo tú- Le dio un codazo-, que eras un coñazo al principio y la querías todo el tiempo para ti sólo.

-No entendía muy bien cómo funcionaba la cosa, no me puedes culpar, aprendí rápido de todos modos.

-¡¡DOS AÑOS!!- Contestaron a la vez ella y él.

-¡Vale, vale! Tal vez me costara un poco…Ya estabais hechos a vuestra rutina, a vuestra vida en común, y yo no sabía muy bien cual era mi lugar en esta historia.

-Me distes mil motivos para estar celoso, contestó el primero. Tú sí que le pareciste guapo cuando te vio por primera vez.

-¡Porque lo era!- Intervino ella-.Y tú también me has parecido siempre guapo, fue solo la primera impresión la que no resultó lo que esperaba. En mi defensa diré que era mi primera vez en ese tipo de cita a ciegas, muy joven y tal vez tenía las expectativas muy altas. Bastaron cinco minutos para que callera rendida a tus pies, no te hagas la víctima- bromeó pellizcándole en el brazo-.

-Yo no puedo evitar tener este atractivo tan arrebatador- dijo soplándose la punta de los dedos y frotándolos contra el hombro.

-¡Bueno, ya vale!- Saltó el que estaba de pie. Parecía enfurruñado. El tema de conversación se estaba desviando de su persona. Siempre pasaba lo mismo con aquellos dos.

-A ver, cariño- Ella le acarició la cara, y él no pudo evitar girar la cabeza y apoyarla sobre su mano, atrapándola entre la mejilla y el hombro en un gesto infantil. Le encantaba formar parte de aquel cuarteto de locos, pero le costaba entender que ella no tuviera “un favorito”-.Cada uno de vosotros tiene algo especial -prosiguió-, algo que se ha convertido en parte fundamental de mi vida. No puedes darme elegir entre mi mano izquierda o mi mano derecha.

-En este caso hablamos de tres manos- volvió a intervenir el mayor-¿En qué te convierte eso?  ¿En una especie de pulpo cojo, o algo así?- Se tapó con un cojín, pues sabía que ella le lanzaría una de sus zapatillas.

El proyectil no tardó en llegar, provocando las carcajadas de los otros dos.

-Te la has ganado a pulso, ¿Cómo se te ocurre llamarla pulpo? Ella es una estrella de mar- dijo el que estaba a su lado, lanzándole un guiño zalamero.

-¡Gracias, mi vida!- contestó ella soplando un beso al aire. Él  hizo el gesto de atraparlo y se lo estampó en la mejilla, pestañeando teatralmente como en los dibujos animados. Siempre había sido el más sensible de los tres, pero lo disimulaba con ese desparpajo y aquel aire seductor.

Sí, definitivamente cada uno de ellos tenía algo especial, y era absolutamente impensable decantarse por uno de los tres. Los quería a todos por igual, por mucho que aquel cabezota que la miraba enfurruñado no lo entendiera. Pensó en que llegaría el día en que por fin comprendiera, era cuestión de tiempo, como había sucedido con los otros dos. Se acostumbraría, era el más joven de los tres y el más impulsivo también. Por eso lo adoraba, porque la llenaba de vida y de energía y llegó en un momento  en el que pensaba que no podría volver a amar.



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En el texto hay: amor, humor, sorpresa final

Editado: 13.02.2023

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