Policía un poco rara.

1- Guillermo ha vuelto.

El futuro no se puede cambiar. Me siento privilegiado en saber como voy a morir y es evidente que de la muerte no se puede escapar. Pero lo que si podemos es retroceder en el tiempo. ¿Qué pasó después de la explosión?No me mal intrepeteís, pero como he dicho antes el futuro no se puede cambiar. Los fantasmas no existen, pero el pasado de las personas sí.

-¡¿Doctora, doctora?!- grito desesperado.

-Bueno Guillermo, ¿qué te pasa?- le pregunto relajadamente la doctora Castro.

-¿Cómo estás?- le digo para romper ese silencio incómodo.

-Bien. Ya es tu hora de la pastilla, ¿verdad?-

-Correcto, la pastillita para no perder la costumbre- le digo muy confiado.

-Bueno cuentame, ¿has dormido bien?-

-Pues perfectamente. Llevo unos días durmiendo muy bien-

-Me alegro, y te doy este paquete de pastillas como hablamos. !Que este es tu último día en el hospital¡ Y pues estoymuy contenta porque has mejorado mucho-

-Hombre, es que no se cuanto tiempo llevo en el hospital. Yo diría que estoy listo. Me he puesto una americana y todo-

-Si, si. estas muy bien. Bueno te he dado treinta pastillas y te tienes que tomar una cada día. También recuerda que cada mes vas a tener que venir al hospital para un chequeo rápido, y para que te demos las siguientes pastillas del mes. Ah y muy importante no te puedes saltar ninguna pastilla ningún día-

-Lo segure todo al pie de la letra-

La doctora se fue. Entonces aproveche para poder desestresarme:¡soy libre!, jajajaj, ¡chupadmela todoslo que digerón que nunca saldría! Después de un rato volvió la doctora.

-Ven que ha venir una persona que después de mucho tiempo creo que te va a gustar verlo. Al ver esta persona queremos ver tu reacción y según la que tengas te podrás ir, y que no se te olvide expresarte con total libertad-

Yo asentí con la cabeza, y nerviosamente me dirigí hacia donde me estaba guiando la doctora.

Al llegar salude educadamente.

-Buenas tardes- y cuando vi quien era no me pude resistir a preguntarle-¿cómo estas papucho?-

-A ti que te importa- respondió Arthur desagradablemente.

-Sigues igual de viejo y amargado- le respondí de la misma forma.

-Y tu igual de subnormal-

-Haber Arthur, que te tengo una buena noticia. Ya soy un civil, ya no te tengo que seportar a tí nunca más-

-Pues a mi no me lo han impuesto así. A mi me han dicho que tu vuelves al cuerpo- me dijo un poco más relajado.

-¿Cómo? Eso no puuede ser así. ¿No puedes quitarme del cuerpo?-dije desesperado

-No. Al parecer hay alguien que manda más que yo. Porque si fuera por mí no estarías nunca más-

Yo decidí ir quejandome todo el camino hasta la comisaría, pero no servío de nada. Al llegar nos encontramos con un hombre rubio, con ojos azules y un cuerpo que parecía esculpido por los mismísimos dioses, se parecía a un personaje de un videojuego.

-¿Y tú, quién coño eres?-

-Señor me llamo Amador Martínez, y este es mi primer día como polícia- dijo emocionado.

-Bueno tengo que hacer unas cosas y te diré quien se encargará de tí-

-Señor, sí señor-

Yo en el momento que lo ví supe que era alguine complicado para enseñar.

-Haber Guillermín, aquí te doy tu placa y tu arma de goma-

-Hostias, que guapa que es la placa-

-Si, si. Eres el agente 6969-

-¿No se puede cambiar el número? Es que es un poco sospechoso-

-Pues no, y el pringado que hemos visto en la entrada, pues te vas a encargar tú-

Después de que me dijera esa noticia me dirijí hacia Amancio o creo que se llamaba así y me voy a tomar el día libre.



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En el texto hay: humor comedia

Editado: 07.08.2025

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