Capítulo 01

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Jimin ya en su forma humana, se encontraba encorvado en una de las sillas de secretaría. Esperando que su madre viniera por él y se lo llevara muy lejos, ya que solo podía sentir la tristeza de su animal interior al ser observado con decepción.

Su maestro lo había tomado en sus manos y apegado a su pecho, sacándolo del aula en silencio y liberándolo de ese horrible infierno que todos conocían como aula.

En medio del camino su profesor no había efectuado palabra alguna, estando siempre callado, permitiéndole solo al pequeño animalito percibir el sentimiento de decepción pura. Logrando ponerlo nervioso en altas escalas.

-Park Jimin..-

La serena voz de su mayor ahora en un tono más serio y distante, lo sacó de sus pensamientos, alzando la mirada para enfocarla en el rostro neutro de su tutor.

-Ya he hablado con el director y no habrá problemas con que regreses a .. Tu madre ya está en camino, así que solo tienes que esperar unos cuántos minutos..- Yoongi se calló cuando vió la mirada fija de su alumno en él-.. ¿tienes algo que decirme? Ya que no te veo muy de acuerdo que digamos, Jimin.

Jimin abrió sus ojos asustado cuando su profesor le pidió decir unas cuantas palabras, coloreando sus gorditas mejillas y bajando de forma rápida y brusca su cabeza en dirección al suelo. Negándose a que el alfa lo viera así de vulnerable y nervioso.

-Te estoy hablando, Jimin. Es de muy mala educación no mirar a la persona con quién hablas. Aparte, te he hecho una pregunta, sería amable de tu parte que me respondieras...

Su garganta estando seca, solo logró balbucear unas cuantas palabras al separar sus gruesos labios. Cerrandolas de inmediato por la vergüenza que lo invadío al escucharse.

Odiaba tartamudear y no poder terminar de formular las palabras, sentía que lloraría de la impotencia por no lograr mantener una conversación decente siquiera, y mucho menos con el chico que tanto le gustaba.

-Ay Jimin, no sé de verdad que será de ti. Esta ya es la cuarta vez que te saco del aula en esta semana. Tienes que aprender a enfrentar ese tonto miedo y hablar de una vez.

»No justifico la burla de tus compañeros pero, no siempre estaré para mandarlos a limpiar partes de la escuela o a llamar a sus padres o expulsarlos. Tienes que defenderte por tu cuenta ¿Me dejo entender?- el de cabellos rubios suspiró agotado cuando vió a su alumno esquivar su mirada e ignorarlo, como siempre hacía-.. escucha, esta será la última vez que interrumpa mi clase para sacarte en tu forma animal.

»No puedes negarte a cambiar hasta que te lleve a dirección y finalmente te dirijas a tu casa. No puedes estar yendote a mitad del periodo de clases todos los días. Tus notas en conducta y participación son críticas, Jimin. No abres esa boca ni para decir pío, irónicamente hablando.

Jimin intentaba con todas sus fuerzas calmar a su animal interior que revoloteaba avergonzado por quedar de una forma tan irresponsable y tímida ante Yoongi.
No quería llorar enfrente de su profesor y que lo viera aún más débil; ya suficiente era con ser un patético pollito, por eso, con algo de esfuerzo pudo pasar el aire por su garganta a pesar del gran nudo que tenía.

-Espero realmente que todo lo que he dicho no sea en vano y que sí me hayas escuchado..- dijo el alfa con una leve sonrisa, acercándose más a su alumno para posar una de sus manos en el hombro de su menor y darle un leve apretón-.. eres un gran estudiante Jimin... y déjame decirte que no solo tus notas lo respaldan, si no todos los comentarios de los profesores que piensan lo mismo que yo, tienes muchísimo potencial. Entiendo que tengas complejos al tener que expresarte más pero, solo pido que hagas el esfuerzo, el mayor esfuerzo y verás que habrán resultados, tal vez no radicales pero si notorios.

El adolescente no se movió, estando muy petrificado por el toque del alfa en él. Pensando que si se movía, el alfa se alejaría y cortaría el cálido contacto.

-Supongo que nos veremos mañana, Jimin. Si me disculpas, tengo una clase que continuar, suerte.-

Sonriendo de manera alentadora y dejando una pequeña caricia en los cabellos rubios del menor, el pelinegro abandonó secretaria y emprendió camino a su salón de clases.

Jimin se mordió sus uñas con ansias, intentando con esa acción reprimir todas las ganas de gritar que tenía por la corta interacción que había mantenido hace segundos con su mayor.

Su omega estaba entre nervioso, triste y feliz.. siendo literalmente una pequeña masita amarilla de fuertes emociones que lo hizo abrazarse a si mismo en busca de apoyo. Sentía su corazón latir a mil por segundo..

Sus lastimados dedos fueron a parar a sus párpados ahora húmedos, suspirando aliviado cuando no visualizó a nadie cerca.

Con la seguridad de no ser juzgado, el pequeño omega dejó salir unas cuantas lágrimas, unas de felicidad y otras de pura frustración por no ser alguien más abierto y fácil de tratar.

En espera de que su madre llegara, se sumió en sus más profundos pensamientos y se dejó cobijar por su tímido y cobarde corazón que aún no dejaba de latir desenfrenado.

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Las quiere
 

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Fran♥