♡ 내 병아리 ♡
—¡Pollito mío! —había sonado la dulce voz de YooMi—. ¡Ven aquí! Es hora de tu comida.
Después de algunos momentos de anunciar aquello, un chico rubio apareció dentro de la cocina. Sus ojitos entrecerrados y su labio inferior abultado, daban a resaltar que recién se había despertado de su siesta de la media mañana.
—¡YooMi linda! ¡Quiero seguir durmiendo! —había protestado con ambos brazos suyos cruzados, de forma berrinchuda.
—No mientas pollito —había hablado YooMi detenidamente hacia los ojos color miel de su tierna pareja—, lo dices porque no quieres comer la sopita que te hice. ¿Verdad?
JiMin bajó su cabeza y asintió levemente ante lo dicho por la chica. Y después de breves momentos de maquinar en su cabecita, el rubio habló:
—Comeré la sopita solo porque YooMi linda lo dice —habló JiMin, con un leve sonrojo en sus abultadas mejillas.
Y eso había bastado para que el corazón de Seok YooMi se removiera de su lugar, y un palpitante sentimiento se apoderara de su ser.