♡ 내 병아리 ♡
—Ya mismo es hora de dormir pollito —había hablado YooMi hacia su pareja—. ¿Deseas un batido tibio para que puedas dormir mejor? —y terminó por preguntar la azabache, ella sabía de los gustos de su pareja.
—¡JiMin quiere un batido de fresa! —exclamó con una sonrisita el pelirrubio.
YooMi asintió con una sonrisa y comenzó a preparar en la cocina aquel batido que tanto le gustaba a JiMin.
Después de aquella preparación, sirvió en un vaso de cristal aquel batido y se lo dio a su pareja.
—¡Disfrútala! —habló YooMi hacia él, mientras veía como él bebía de aquel vaso el contenido.
Le enternecía poder ver a su pollito degustando aquel batido, le gustaba como él relamía su contenido, y le encantaba como él ponía su mirada en su vaso terminado.
—¡JiMin quiere más! —había protestado el pelirrubio.
—Creo que ya no se puede —habló YooMi—. Ya es hora de dormir —y diciendo esto, retiró aquel vaso de vidrio y lo posicionó en la mesa.
—Cierto... —habló el pelirrubio un poco triste, pero al instante, cambió sus facciones por unas más alegres— Pero antes de dormir... ¿JiMin puede recibir una sesión de besitos?
YooMi vio como las mejillas del pelirrubio se instalaba un color carmín intenso, lo cual hacía que se viese de lo más tierno.
—Eso no es problema, pollito mío —habló hacia su pareja la azabache.
Y al instante, se levantó de su asiento, para así, dirigirse al de JiMin. Se sentó en el regazo de él y ambas piernas fueron a los costados de las de él.
YooMi juntó ambas manos y las posicionó en las abultadas mejillas de JiMin con delicadeza, temiendo a que se rompiera. Y juntó sus labios con los de él.
Era un sabor dulce, en la boca de JiMin aún seguía la esencia del batido de fresa, y aquello le formó un gran deleite en la boca YooMi. Sus besos eran lentos, pausados, y a la vez embriagadores.
Una vez degustado aquel sabor, YooMi mordió con delicadeza el labio inferior de su pareja, haciendo que JiMin soltara ligeramente un suspiro. Y continuó besándolo, deleitando su boca y fusionando sus labios con los de él.
Ambos suspiraban entre cada beso, y un leve vaivén se formó entre sus cuerpos. Un calor se formó en aquella atmósfera, y ambos proseguían en aquella sesión de besos. YooMi acercó su cuerpo más con el de él, haciéndole soltar un leve gemido a JiMin.
YooMi sonrió ladinamente al ver como hacía efecto en él, siguió besando sus labios hasta que quiso probar algo más. La parte erógena era un punto débil de JiMin, ella quería seguir escuchando sus suspiros, quería seguir escuchando sus gemidos.
Sus labios y su lengua se lanzaron al cuello de él, lamiendo y besando de forma sensual aquella parte. A lo que el pelirrubio lanzó un gemido el cual, para los oídos de YooMi, fue el sonido más deleitante que había escuchado aquel día.
Siguió dejando pequeños besos en aquella parte, y posicionó de nuevo sus labios en los de él. Aferró sus manos en la cabellera rubia de JiMin, mientras que él trató de acortar más el espacio entre ellos poniendo sus manos en la cintura de YooMi. A lo que, un leve suspiro, le hizo soltar a la azabache.
Un escalofrío en su columna vertebral se había instalado en YooMi, y a esto, siguió haciendo vaivenes con su cuerpo en la excitación pronunciada de él.
Ambos emitían leves gemidos y sus cuerpos se instalaron de calor. Aquel momento nunca lo olvidaría YooMi, sería algo que marcaría en ambos de la manera más bella y hermosa.